Todo el mundo conoce el clásico juego de las sillas pero todo juego se puede adaptar y hacerlo educativo. Para ello, hemos utilizado la dinámica de este juego donde cada alumno tenía una silla pero que cada vez que se decía su nombre, debería irse a otra silla junto a otro compañero o compañera (ambos de pie).
Al principio parecía una tarea sencilla ya que ambos podían estar en una misma silla pero cuando se decía el nombre de otro alumno y este estaba dentro de esta pareja, ambos tenían que decidir otro lugar de partida, ¡he llegado incluso a ver cinco en una misma!
Las reglas del juego eran muy claras, si uno cae todos caemos y el barco se hunde. Nadie gana de manera individual.
Una vez finalizada la dinámica, hemos hecho una asamblea para reflexionar sobre la actividad, donde se ha comparado que al principio nos encontrábamos problemas sencillos como cambiar de una a otra pero conforme íbamos avanzando, estos problemas se hacían más complejos y que sin la ayuda de los compañeros o del profe (me ha tocado coger a uno en brazos) era imposible superar el problema.
De esta forma se hace una comparación con nuestro día a día diario donde "si vas solo irás más rápido pero si vas acompañado, llegarás más lejos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario